Por definición, podemos decir que, a diferencia de un texto persuasivo, este es aquel que tiene como misión principal la de guiar y dirigir las acciones de quien lo lee, por medio de un conjunto de pasos que este deberá seguir y materiales que debe reunir.
Su nombre ya nos da una idea, pues son textos que buscan instruir al lector a realizar alguna actividad. Por lo general, son aplicados con la intención de solucionar ciertos problemas cotidianos. Algunos ejemplos comunes son textos para armar tu propio ordenador, preparar algún alimento, tutorial de cómo pintar tu cuarto, entre otros.
Tal y como vimos en su definición, busca guiar a los lectores, también presenta una serie de características que nos permiten reconocerlos. Una de estas es que están destinados a orientar a quien lo lee a llevar a cabo alguna acción.
Otra de sus características más importantes es que este tipo de texto está diseñado de tal forma que puede ser dividido en pasos donde cada uno le explique al lector la forma correcta de realizar una actividad. Además, presentan algunos ingredientes o elementos que debe poseer la persona antes de comenzar.
Continuando con sus características, debemos añadir que está estructurado siguiendo un orden numérico, desde el 1 en adelante, donde cada uno va a estar acompañado por un procedimiento de los pasos hasta realizar la actividad exitosamente.
Su propósito principal, en ocasiones didáctico, es guiar o ayudar a las personas a realizar ciertas actividades de la forma más adecuada. Esta podría ser considerada como otra de sus características
Pero esto no es todo, pues los textos instructivos pueden clasificarse en varios tipos, de acuerdo a la forma de expresar su información.